sábado, 30 de enero de 2010

Pequeña crónica de un hallazgo.


Entré en esa tienda de discos como podía haber entrado en la cafetería de la esquina a tomarme un café y leer un poco el periódico. Digamos que fue un ejercicio inconsciente de evaluación de dos adicciones que tal vez me conciernan: los discos de música clásica y el café. En fin, no me quedaba demasiado tiempo y opté por los discos, por lo que estuve revolviendo entre los estantes hasta que vino a mis manos (lo confieso: el disco no vino a mis manos, fueron ellas quienes lo cogieron) un disco TELDEC (fruto del maridaje Telefunken y Decca) con una sinfonía nº 2 de Brahms interpretada por Willem Mengelberg con la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam a finales de los años 40. Como era el director que era, la orquesta que era y el precio era bueno, se lo cambié al dependiente por moneda de curso legal.

Una vez en casa, cómodamente sentado en el sofá, pulsé la tecla “PLAY” del mando a distancia de mi equipo de música y me dispuse a escuchar mi adquisición. Lo primero que percibí fue que ese Brahms sonaba raro. Me recordaba a Tchaikovsky. Miré otra vez la carátula del disco y ponía con letras bien grandes “BRAHMS”. Por entonces lo que sonaba ya me recordaba la 5ª sinfonía del compositor ruso y sólo unos minutos después sabía que, efectivamente, era esa sinfonía y no la de Brahms la que salía por los altavoces. Detuve la reproducción y saqué el disco –el cual, por cierto, también llevaba impreso “BRAHMS”.

Dos días después entraba otra vez en la tienda de discos con el disco defectuoso y el tíquet de compra y le contaba mis desventuras al azorado dependiente. La solución era sencilla: buscar otro cd y descontar el precio del que devolvía. Y así fue como, revolviendo de nuevo entre los estantes, a la altura del apartado “SCHUBERT” (el “Schu” bueno, según Vikram Seth), encontré mi premio: Un disco PHILIPS con interpretaciones de Pierre Monteux al frente del Royal Concertgebouw Orchestra de la sinfonía nº 3 “Heroica” de Beethoven y la sinfonía inacabada de Schubert. Grabaciones de 1962 y remasterizadas en los años 90. Una joya que encontré gracias a ese error del disco TELDEC.

Escuchado el disco en cuestión, ¿era tan bueno? Lo era. Interpretaciones de un octogenario (dos años después, moriría) poseedor de la alegría de vivir, luz a raudales, control de los tempi, musicalidad, detalles, majestuosidad… todo lo que puede enamorar a un melómano. Dos interpretaciones, en suma, ejemplares, referenciales podría decirse y perfectamente comparables a las de los mejores directores de todos los tiempos. Aunque lo que acabo de escribir lo escribo todavía bajo el influjo de esas escuchas, es cierto.

Juzgue cada oyente según su propio saber y entender:









http://www.youtube.com/watch?v=zPp9n9cOw9U
http://www.youtube.com/watch?v=Va0fSvrEQnM&NR=1
http://www.youtube.com/user/Nachtmarchen#p/u/55/9l2hwTUOdnM
http://www.youtube.com/user/Nachtmarchen#p/u/54/rXQ37iHmxQk
http://www.youtube.com/user/Nachtmarchen#p/u/53/adUu38-UIhw
http://www.youtube.com/user/Nachtmarchen#p/u/52/_k2NhgYLcKw
http://www.youtube.com/user/Nachtmarchen#p/u/51/cl8CIxW1CRQ

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